Hoy estaba decidida a retomar mi recoleccion de creppypastas, pero me lleve una sorpresa al notar que la mayoria de foros donde las compartian han cerrado, que triste, es el legado de la ley SOPA, que segun dicen solo iba a regresar el poder a los derechos de autor, bueno eso fue lo que yo entendi, pero fue un fenome de impacto globar que nos puso al borde de la tercera guerra mundial y cada vez mas cerca de la primer guerra cibernetica, no se necesito mas que un martir llamado MEGAUPLOAD para que el mundo se pusiera de cabeza en unos segundos… no hizo falta Bruce Willis, ni ningun ovni atacando para que a las pocas horas, esta ley pasara a mejor vida, aunque no hay que negar que el asunto tiene un toque de ironia, sobretodo cuando en 50 años una pregunta en un examen de quinto de primaria sería:
“causa que origino la tercera guerra mundial”
a.- el asesinato del archiduque Francisco Fernando
b- el cierre de megaupload
c.- las tensiones financieras en Europa
Imposible no sentirse apabullado por el grado de civilizacion que hemos alcanzado, en fin esta se supone es la era de la tecnologia, tecnologia que nos permite literalmente hacer nuestros sueños realidad, pero ¿a que costo? me pregunto yo, creo que nos hemos convertido en una raza tan avanzada que lo unico que nesecitamos es el internet, incluso hay personas que ya han mutado de manera que tienen un smarthphone pegado a las manos, tenemos contacto con todos los que tengan un FB y sino por Twit, nos enteramos de las infidelidades antes de que se cometan y nos disculpamos antes de equivocarnos, yo siempre lo he dicho, el internet es el arma mas poderosa, que ironicamente es puesta en manos estupidas todos los dias.
Por esa razon digo que el internet es nuestra vela de babilonia, pero hay que tener cuidado y no usarla para tonterias pues igual que una vela de babilonia antigua nos permite ir al lugar que queramos en unos segundos, nos ayuda a perdernos... o a encontrarnos, pero al igual que una vela de babilonia original, debemos usarla con sumo cuidado pues puede ser nuestra perdicion
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